martes, 20 de octubre de 2009

Sector 9: Maten a todos los humanos

Tonto de mí. Quería ver acción pura y dura que no me hiciera pensar y se me ocurre ir a ver  Sector 9 (Distric 9), un dramón de ciencia ficción realizado por Neill Blomkamp, un muchacho sudafricano a quien el Señor de los Anillos (Peter Jackson, no Sauron), tuvo a bien producir. Me habian comentado que era sangrienta pero despues de ver una de Tarantino, a nivel de violencia, esta me pareció visualmente más suave. He visto reportajes que tienen más sangre o violencia. Y es que hay violencias y hay violencias. Actitudes que deshumanizan a otros  que hieren más que los golpes, porque son toleradas y aprobadas socialmente.
Y aqui la excusa de los extraterrestres asilados en la Tierra (que no es nueva, basta recordar Alien Nation) se usa para exponer la violencia social que aplican los humanos sobre los más deposeídos y como la supuesta ayuda es excusa para obtener alguna ganacia, olvidandose que son personas y tratandolos como si fueran unos bichos. Literalmente. Y conociendo el contexto en que tuvo que crecer Blomkamp, ver esa violencia representada en el Apartheid, debió marcarlo.
Y ese Wikus, Wikus Van De Merwe, un burócrata menor interpretado por  Sharlto Copley, parte como el tipo que todos detestamos (por incompetente, cobarde, racista, apitutado, manipulable, chupamedias, incapaz de un pensamiento independiente, toda una flor de cualidades humanas),  y aun así con ciertas virtudes pequeñas, íntimas,que lo redimen, en pequeñas cosas, en detalles menores que uno en su propia vida pasa por alto, pero que luego son clave para la redención o condena de cada uno de nosostros. Mejor no sigo por esos caminos me acerco demasiado al espoiler. Vean la película. En serio. Uno ni sospecha en los trailers la relevancia del personaje.
El trabajo de efectos especiales es el adecuado. En la actualidad no es excusa no contar con buenas maneras de crear ilusiones y lo que se logra acá es lo adecuado. Como dicen, los efectos tienen que ser como el ketchup: para acompañar, pero no para protagonizar. Aquí, la historia humana (en un amplio sentidode la palabra) es la que determina la historia.
El ejercicio docu-ficción nos mete en la historia, paulatinamente, avanzando en raconntos y flash-forward lo ocurrido, lo que posiblemente pasó, nos intriga, nos invita a especular. Una buena forma de narrar, que pasa de los segmentos grabados, a la historia propiamente tal. Hemos visto estos ejercicios en otras historias como el Proyecto de la Bruja Blair y en Cloverfield. Aqui la línea no es tan clara, se pierde muchas veces, ya que el director usa lo necesario para contar lo que quiere, confundiendo los formatos, pero no al espectador, que sigue la historia lineal y ayuda a construir el contexto de la película.
Pero claro, que se yo de estas cosas. No fuí al cine a aprender. Aunque sí aprendí que cuando eres un extraterrestre perdido en el espacio, es malo para la salud aterrizar en Sudafrica. O en la Tierra ya que estamos. Asi somos, con los aliens, con los negros, con los mapuche, con los pobres, con los humanos.
Casi parece que Bender tiene razón.

(Imágenes del blog Los Muertevideanos)

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